viernes, 6 de septiembre de 2013

Primer día en Marsella: un día muy largo, pero muy mágico

Parecía que no iba a llegar nunca este día: ¡¡¡POR FIN EN MARSELLA!!!
Tras un largo viaje en coche (lleno de peajes, por cierto), con mis padres y mi hermano, ya hemos llegado. Y no podemos hacer más referencia al título del blog... Veníamos con un GPS preparado, pero el muy **** dejó de funcionar y, cómo no, nos perdimos al pasar la frontera francesa. Así que tuvimos que comenzar la aventura por estas tierras y preguntar a varias personas con ese acento nuestro tan español. Y ¡¡qué maravilla!! Así da gusto. todos los franceses a los que preguntamos fueron muy serviciales: nos hablaban siempre con una sonrisa, llamaban al sitio donde teníamos que ir para poder indicarnos mejor, e, incluso, un hombre mayor se montó en su coche para que le siguiéramos hasta el sitio. Así sí.
El jueves hicimos noche en Perpignan, en un hotel. Pero cuando llegamos allí eran ya las 21.00h y la recepción estaba cerrada. Estuvimos dando vueltas por alrededor para ver a quién preguntar y quién nos daría la llave para entrar a nuestras habitaciones. Ya pensábamos que dormíamos en el coche. Hasta que llegó en vigilante de seguridad y nos entregó las llaves. En ese momento estuvimos a punto de gritarle: "AMIGO!!!!!!!!", con cara de emoción, y darle un abrazo (pero no lo hicimos).
Hoy nos hemos levantado y nos hemos tomado un desayuno francés (croissants), y hoy, por carretera, ya hemos tenido que tirar de nuestro propio GPS humano: mi hermano, que tras perderse, hace años, una noche loca, en Zúrich (Suiza), aprendió a orientarse por cualquier parte del mundo, por eso lo hemos traído al viaje. Te quiero hermanito. Te quiero aunque tengas una charca de agua particular en el coche y juegues con ella cuando te aburres durante el viaje (porque se nos derramó una botella de agua justo en su lado).
Según él, las nubes francesas son muy bonitas. Y es verdad, tienen algo especial...



Durante todo el viaje, tenía en el estómago un nudito que me hacía sentir una miscelánea de sentimientos que no sabría cómo describir, y que aumentaba según nos acercábamos a Marsella. Pero, al menos, no estaba sola, y he podido compartir con mi familia ese añskjdfñlajvñkjsdfñlkaj que sentía (y que siento). Eso sí: durante todo el viaje también he estado separada de mi hermano por una barrera de cajas en la parte trasera del coche (donde estábamos sentados), porque tengo que reconocer que me he traído toda mi habitación empaquetada (y muchos "por si acaso"), y en el coche ya no cabía nada más. Pero, qué le voy a hacer, si es que llevo tantas maletas llenas de tantos recuerdos, llenas de sonrisas, de ilusión, de miedo, de melancolía, y llena de todos los abrazos de toda aquella gente que he dejado en España. Hoy ha sido un día muy largo porque hemos tenido que bajar todo eso del coche, y ¡¡no veas cómo pesan los recuerdos!! Pero, bueno, al menos no hemos colocado nada aún, aunque no sé si eso es bueno o malo, porque mi habitación de la residencia se ha quedado patas arriba...



Eso es otra, la residencia. Mi residencia forma parte del CROUS, y se llama "Gaston Berger" (más adelante os la enseñaré). Y está en un sitio muy muy escondido, que para encontrarlo con el coche hemos tardado una hora más o menos. Hemos llegado allí a las 15.00h, y tras esperar otra hora, hemos tenido que estar de papeleo otra hora más, hasta que me han entregado las llaves. Nos comunicábamos como podíamos (como se suele decir: "como los indios"), y la mujer que estaba a cargo de la burocracia, no encontraba el cheque con el que pagué la fianza y quería que lo pagase otra vez. Hasta que ha venido otra mujer y ya lo ha encontrado. Mi padre, mi hermano y yo, hemos llegado a la conclusión de que lo que quería era gastarse mi dinero, y por eso nos había dicho que no lo encontraba...
Me han tomado la huella dactilar y todo, para poder entrar a la Cité Universitaire. En ese momento, me he sentido una espía secreta. Por cierto, Ángel, gauche no significa "dedo gordo" ;)

Después, hemos comido. Sí, a las 5 de la tarde (cuando hemos terminado todo el papeleo). a la hora en la que los franceses están ya casi cenando (por cierto, el agua de Marsella, del grifo, está muy buena).
Y ya, después de descargar todo, hemos ido a buscar nuestro hotel, donde nos vamos a quedar toda esta semana (después, yo me iré a mi residencia y ellos a España):


Antes de cenar (siguiéndonos por el horario español), hemos ido a tomar algo por ahí. Casi todo cerrado. Sólo quedaban algunos restaurantes abiertos. Así que hemos ido a uno de los pocos que hemos visto por la zona, y era un restaurante italiano bastante sofisticado. Eso sí, de tan sofisticado que era, también era caro. Aquí os dejo el ticket de lo que hemos tomado:


En fin, sólo me queda decir que me ha encantado la ciudad. Tiene algo mágico, no sé, algo que iré descubriendo poco a poco...




PD: Cada día pondré una de las palabras que aprenda nueva (solamente una, porque aprenderé muchas más; pondré la que me acuerde o la que más me guste). Hoy he aprendido que cassé significa "roto". La he aprendido porque el armario de mi habitación (en la residencia) estaba roto, y tienen que ir a arreglarlo le lundi matin.

¡¡¡BESOS Y SONRISAS PARA TODOS!!!

2 comentarios:

  1. Hola le petit marseillais!

    Muy divertida la noche en Perpignan. Cuando estábamos perdidos, desolados, y muertos de miedo (al menos yo), apareció ese hombrecillo sonriente que se tomó la molestia de guiarnos personalmente hacia el hotel. En esos momentos te juro que creía que se había bajado un ángel sonriente del cielo para mostrarnos el camino, madre míaaaaa….!!!

    Por cierto, gracias, gracias, yo también te quiero ¬¬

    Jajajaja, lo de la charca fue gracioso, verdad?? (…ironía…).
    Me sentía como en el Titanic, por primera vez comprendí de verdad a Leonardo di Caprio !!

    Cuando viajas, especialmente a Francia con el cariño que le tenemos, todo te parece bonito, incluso las nubes francesas. Son distintas a las de España, ¿te has fijado?
    Que bonita esa escena de Amelie haciendo fotos a las nubes.

    Esa miscelánea de emociones que sentías era normal, ese Mar Pigmeo revolviendo tu interior.

    Si es que al final los "por si…" son lo mejor, si no fuese porque creamos el muro de Berlín en el coche… No si… entre el jaleo con los mapas, mi charca particular y el muro de trastos, yo iba arreglado todo el viaje, jajaja.
    Sí que te llevaste muchos recuerdos de sonrisas, ilusión, miedo, melancolía, etc., peroooooo no podías habértelo llevado en el corazón…??? Cuantos trastos!!! jajajaja.

    Recuerdas la cara que puso la mujer burócrata cuando vio el dinero en mano… se le iluminó la cara!! Yo creo que pensaba: "Que cenita me voy a dar esta noche con mi marido!!" jajajajaja Oye… ¿has vuelto a verla??

    Para mí "guache" siempre tendrá un 2º significado, ajajajaja. Podría ser dedo gordo izquierdo, ¿no?

    Por cierto, cuando vuelva a Marsella me tendrás que llevar de nuevo al restaurante italiano, a probar esos platos tan "buenapintosos".

    Un beso esponjoso, de nube dulce o salada


    PD: Escucha esta canción una vez más. Creo que habla de ti ;)

    https://www.youtube.com/watch?v=4VFxKK-cB1o

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  2. ¡¡SÍ!! Te llevaré al italiano, pero siempre y cuando pagues tú.
    No he vuelto a ver a la mujer: para mí que se ha ido de año sabático con mi dinero...
    Y sí, el corazón estaba lleno de recuerdos, pero hay cosas que no caben en una sola maleta, jajajaj
    Me encanta esa canción, me siento identificada, sí.

    PD: me gusta que te inventes palabras ;)

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